27 jul 2014

Día de duelo y sustos en la quinta jornada de fiestas



Javier Echeverría, trasladado a Logroño tras sufrir una cogida en el encierro de reses bravas de la tarde
Las ruinas de San Pedro acogen cada mañana actos infantiles. (A. CENZANO)

VIANA - Viana vivió ayer su quinto día de fiestas entre alegría, duelo y sustos. Los actos programados se vieron alterados ligeramente debido al funeral de un empleado del ayuntamiento vianés, Manuel García Martínez, de 48 años, que fallecía el jueves de manera repentina. Tanto la corporación municipal, como compañeros de trabajo quisieron acompañar a la familia en estos momentos y eso hizo que las vaquillas de las seis y media de la tarde se suspendiesen. “Ha sido un golpe para todos y es comprensible que tanto los concejales como sus compañeros de trabajo quisiésemos estar hoy cercanos en unos momentos tan duros, por eso desde el Ayuntamiento hemos decidido suspender las vaquillas, para que todos pudiesen acudir al funeral”, comentaba el alcalde de Viana, Gregorio Galilea.
La mañana daba un susto también a los vianeses cuando una vaca, en el encierro de las dos de la tarde, corneaba a un vecino, conocido entre todos como Chori. A la altura del bar El Bordón le empitonaba en el muslo y tuvo que ser trasladado en ambulancia hasta el hospital San Pedro, de Logroño, donde fue intervenido quirúrgicamente. A pesar de todo, la ciudad no olvidó que celebraba el día de Santiago y los vianeses participaron en el resto de actos. Uno de los momentos que congregó a más vecinos fue el encierro de la trashumancia, en el que las vacas subieron desde el término de Cuevas hasta la plaza del Coso, unos dos kilómetros, guiadas por jinetes. Más de 20 caballos participaron ayer en este encierro. Por otro lado, en el encierro de reses bravas de la noche sufrió una cogida Jesús Echeverría y fue trasladado al Hospital de Logroño. También los niños siguieron disfrutando de las fiestas. Quienes hacen posible que cada uno de los días festivos, puntualmente a las diez y media de la mañana y a las seis de la tarde los chiquillos puedan disfrutar de los gigantes y cabezudos son los responsables de bailar a los gigantes, de hacer correr a los cabezudos y de poner música. Los encargados de bailar a los cuatro gigantes estas fiestas han sido: Francisco Javier Ripa y Álvaro Díaz de Cerio, al rey y reina cristianos, respectivamente, y Francisco José Sosa y Oscar Baquedano con el rey y reina moros. Aseguraban que prefieren llevar siempre a la misma figura, “ya nos hemos acostumbrado y además, las almohadillas se han hecho a la forma de nuestros hombros y resulta más cómodo”, explicaban.
Otros dos protagonistas son Javier Moreno, que lleva al cabezudoConguito y Sebastián Carullo, quien se enfunda a Torero. Tampoco ellos hacen cambios, “yo prefiero al Conguito porque pesa menos”, afirmaba Moreno entre risas. Son los encargados de zurrar a los chavales y su norma es, “si el niño es pequeño, sólo simulamos que le pegamos, si va siendo más mayor, ya damos un poco más fuerte”, anotaban.