Los niños arrancaron la jornada con 63 litros de chocolate y 8 kilos de bizcochos
Hinchables y tracas infantiles sacaron a los chavales a la calle
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| La calle Serapio Urra se llenó de niños haciendo fila para subir a los hinchables y disfrutar de las atracciones. (Foto: Ana Cenzano) |
VIANA - La jornada de ayer puso a Viana en el ecuador de sus fiestas, y lo hizo con el Día del Niño. Los más pequeños de la ciudad tuvieron todo el protagonismo. Hinchables, tracas infantiles y chocolatada fueron algunos de los actos programados para ellos. Si la presencia de chiquillos en las calles es habitual durante las fiestas, ayer, la plaza de los Fueros y la calle Serapio Urra todavía dejaban más patente que era su día.
La jornada comenzó con una chocolatada en la que participaron los más pequeños, pero también algún acompañante. Los empleados municipales repartieron un total de 63 litros de chocolate en los que se untaron 8 kilos de bizcochos. Algún lamparón en las ropitas blancas que vestían los niños merecía la pena por ver cómo disfrutaban de su chocolate.
DEGUSTACIÓN El choricillo de la peña Los Azulones también fue protagonista. Es la peña más longeva de todas las que participan en la organización de las degustaciones y llevan décadas encargándose de ofrecer este pincho a los vianeses. Como la experiencia es un grado, están perfectamente organizados para servir todo con rapidez, utilizando enormes parrillas para adelantar en el trabajo y mientras unos asan, otros preparan las raciones y otros van sirviendo. Ayer repartieron un total de 80 kilos de choricillo entre vianeses y visitantes.
Quienes vivieron también un día especial ayer fueron los jóvenes que participaron en la comida de multicuadrillas. Ayer les tocaba a los chicos y hoy serán ellas las que celebren su comida. La iniciativa surgió hace 9 años, con una comida organizada sólo por chavales y que hizo entrar en divertida rivalidad a las mujeres.
Estas comidas de multicuadrillas masculinas y femeninas ya son un acto más del programa festivo. Un total de 150 jóvenes se reunieron en la calle Tidón para comer y seguir la fiesta después. La organización de la comida va rotando y en esta ocasión le tocó responsabilizarse a la cuadrilla La Broma, integrada por 11 chicos.
