La galleta Oreo ya es centenaria

La planta de Viana, donde se produce para toda Europa, celebra con sus empleados el aniversario

Una operaria trabaja en la fábrica vianesa.

EL 6 de marzo de 1912 nacía en Manhattan, Nueva York, la famosa galleta Oreo. Hoy, cien años más tarde, es la más vendida del mundo en sus distintas variedades con una facturación anual de 1.500 millones de dólares (más de 1.100 millones de euros) y está presente en más de un centenar de países de los cinco continentes.

Desde 1995 la planta de Kraft Foods en Viana es la que produce esta galleta para todo el mercado europeo (unas 25.000 toneladas al año) y, aprovechando el cumpleaños de la marca, celebraron ayer una fiesta parando incluso durante una hora las máquinas para que los empleados del turno de mañana pudieran participar en el homenaje.

La puesta en marcha de la cooperativa de Salcedo da sus primeros pasos

Reunión ayer de los trabajadores interesados en participar en la gestión de la fábrica

Imagen de archivo de la fachada principal de Muebles Salcedo. DN.

Mientras la fábrica Muebles Salcedo de Viana continúa en período de administración concursal, en la que se liquidan los bienes de la empresa para pagar las deudas, paralelamente los empleados de la factoría dan los primeros pasos para constituir la cooperativa que gestione la firma. Muebles Salcedo, que contaba con 132 trabajadores, presentó un ERE de extinción de la plantilla en diciembre en la que se determinó que los trabajadores percibirán 20 días de indemnización con un máximo de doce mensualidades.

Viana celebra el 100 aniversario de la galleta Oreo que elabora para Europa

Es una de las galletas más vendidas del mundo, con una facturación de 1.500 millones de dólares

Los empleados se repartieron una tarta de 210 porciones que escondía un premio en su interior. MONTXO A.G..

 El 6 de marzo de 1912 la primera galleta Oreo se horneó en una panadería de Nueva York. Ayer, en su cien aniversario, miles de unidades salieron de la fábrica de Kraft Foods en Viana, que elabora las que se venden en toda Europa. En un siglo, el mapa industrial ha cambiado por completo y la globalización ha convertido el producto alimenticio más simbólico de Nueva York en una de las grandes bazas de la economía vianesa.