La ciudad de Viana y el monasterio de Iranzu han tenido que colgar el cartel de "no hay billetes" con semanas de antelación en sus programas de visitas guiadas teatralizadas, que han resultado ser el producto turístico estrella de este verano en Tierra Estella. La elección del teatro como lenguaje a través del cual explicar el patrimonio y la historia sigue despertando la curiosidad de propios y foráneos.
Este éxito ha superado las expectativas incluso en Viana, oficina que fue pionera en la introducción de esta oferta en Tierra Estella en el año 2005. Desde entonces, todos los veranos ha repetido con diferentes montajes de la compañía Sapo Producciones en los que se han abordado distintos puntos de vista de la historia de Viana que conectaban con la actualidad, como la vida de César Borgia en su aniversario o la escenificación nocturna en las ruinas de San Pedro una vez que éstas se restauraron.
En esta ocasión, y enlazando con la rehabilitación del edificio del balcón de toros se ha mantenido el vallado de la plaza del Coso para relatar una parte de la historia taurina de la ciudad. Pero las reservas de este verano están cerradas desde hace días, pese a que aún quedan dos de las ocho sesiones previstas en los domingos de julio y agosto. Cuando acaben, un total de 535 personas habrán conocido el último montaje sobre Viana. "Desde el principio el volumen de solicitudes nos obligó a subir el aforo de cada sesión, que pasó de las 50 personas iniciales a las 75. Aún así, hay mucha gente que se ha quedado fuera", explica Pilar Martínez de Olcoz, responsable de la oficina de turismo de Viana. "Posiblemente el atractivo de esta fórmula radica en que engancha por igual a niños y a mayores, algo que no siempre es fácil", abunda.
Al margen del teatro, la oficina de Viana ha tenido en julio y agosto visitas guiadas convencionales bajo demanda y videoguías, con 30 solicitudes en la oficina y 1.584 visitas a la web en la que puede descargarse el "software".
